Para una megalópolis tan edificada, Tokio tiene bastantes gemas ocultas escondidas en las sombras de los rascacielos de la ciudad. Sin embargo, no todos los días te encuentras con una joya como esta, ya que el tesoro escondido de hoy es una antigua casa ubicada a un tiro de piedra de los terrenos del Palacio Imperial.
La casa de dos pisos está ubicada en el distrito comercial de Kojimachi, Chiyoda-ku, no lejos de la embajada británica y a unos 30 segundos a pie del foso del palacio.
Ubicada entre dos rascacielos gigantes, el antiguo edificio parece pequeño en comparación, pero su apariencia tradicional es mucho más encantadora. Si bien no se ha revelado la fecha exacta del edificio, los lugareños dicen que ha estado ahi durante décadas y fue construido por un hombre que tuvo éxito en los negocios. La esposa del hombre era maestra de ceremonia del té, por lo que diseñó el edificio para que pareciera una casa de té tradicional.
Google Street View muestra que el edificio no ha cambiado desde 2009, cuando había un Mercedes clásico estacionado en el frente.
Lo único que se ha actualizado en los últimos 11 años es el Mercedes, que ahora es un modelo moderno.
El hombre que construyó la casa falleció tristemente hace 10 años, dejando a su hija, de unos 60 años la casa.
Los lugareños dicen que la casa es mucho más grande de lo que parece desde la calle, ya que tiene nueve habitaciones en la planta baja, dos baños, dos baño , un patio interior e incluso un pozo en el terreno.
Si bien el motivo de la venta sigue sin estar claro, el 5 de agosto el Tribunal de Distrito de Tokio anunció que se ocuparía de la venta, con la subasta abierta a las ofertas a partir del 2 de septiembre.
Situada en una parcela de tierra de 80 tsubo, lo que se traduce en unos 240 metros cuadrados, o 2.846 pies cuadrados, esta casa se venderá a un alto precio en una subasta, con una estimación de licitación que comienza en 450 millones de yenes (4,25 millones de dólares estadounidenses). Sin embargo, dada su ubicación en uno de los distritos comerciales más concurridos de la ciudad, se espera que las grandes empresas y los propietarios de hoteles luchen por la valiosa tierra, que según los expertos podría elevar el precio a más de 800 millones de yenes.