El gobierno de Japón y el Comité Olímpico Internacional siguen aguantando la presión mundial y se niegan a tomar la decisión de aplazar los Juegos de Tokio 2020 debido a la pandemia del coronavirus, que ha dejado cerca de 13.500 muertos y al menos 300.000 infectados en todos los rincones del planeta.
Las justas reunirán a cerca de 11.000 deportistas de 206 países durante 17 días de competencias. Se esperan al rededor de medio millón de visitantes. Y los organizadores intentan dilatar al máximo la decisión, pues implica pérdidas económicas multimillonarias.
El coronavirus ha sido el último y más grande contratiempo de una larga cadena de percances que han afectado la realización del máximo evento deportivo en el mundo, cuyo costo total ronda los US$28.000 millones, más de tres veces lo presupuestado cuando se designó la sede de las justas.
El primer ministro japonés, Shinzo Abe, y el presidente del COI, Thomas Bach, tienen la esperanza de que la emergencia sanitaria se supere en un par de meses y para julio retorne la calma, aunque en las últimas semanas en vez de mejorar, la situación se complicó.
Tanto que países como Estados Unidos, principal potencia olímpica, Alemania y Brasil, solicitaron oficialmente cancelar las justas pues, en caso de que se se realicen, no mandarían delegación.
Thomas Bach había reconocido el sábado que la suspensión de los Juegos supondría «destruir el sueño de muchísimos atletas de 206 Comités Nacionales. Una cancelación de este tamaño sería la solución menos justa y creo que no se pueden posponer unos Olímpicos como si se tratase de un partido de fútbol de un fin de semana». Sin embargo, también admitió que «la salud de la humanidad está por encima de cualquier interés económico«.
En un comunicado, el COI explicó que «la prioridad sigue siendo salvaguardar la salud de todas las personas implicadas en el evento y por eso se ha dado un plazo de cuatro semanas para estudiar qué hacer con los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, incluyendo el escenario del aplazamiento de la fecha de inauguración. La suspensión no está en la agenda«.