Noticias

El emperador Naruhito proclama formalmente su entronización

Japón celebró con actos solemnes y rituales sintoístas este martes (22.10.2019) el ascenso del emperador Naruhito al Trono de Crisantemo, ante unos dos mil invitados que incluían representaciones de 194 países y del pueblo nipón, con lo que se establece su liderazgo a la cabeza de la monarquía reinante más antigua del mundo.

El nuevo soberano, de 59 años, se convirtió en el 126º emperador de Japón el pasado 1 de mayo, un día después de la abdicación de su padre Akihito, de 85 años, algo nunca visto en esta dinastía desde hacía más de dos siglos.

Akihito anunció en 2016 su intención de abdicar en favor de su hijo mayor, debido a que el deterioro de su salud le impedía garantizar en «cuerpo y alma» sus funciones como símbolo del Estado. Se aprobó entonces una ley excepcional –sólo válida para él– con el fin de permitirle ceder el trono en vida, después de 30 años de la era de Heisei («paz en todos lados»).

Ceremonias y tradiciones

La entronización es un largo proceso que constituye un amplio calendario de celebraciones en el que se incluye, como uno de los momentos más solemnes, la proclamación en el Palacio Imperial de Tokio por el propio Naruhito de su ascensión al trono. En la primera ceremonia, a puerta cerrada y regida por los ritos sintoístas, Naruhito «informó” a sus antepasados imperiales de su entronización.

Vistiendo atuendos tradicionales y a primeras horas de la tarde del martes, el emperador y su esposa, la emperatriz Masako, encabezaron la ceremonia principal, en la Sala de los Pinos, el lugar más prestigioso del palacio imperial. En medio de un redoble de tambores, emperador subió de forma literal y simbólica a un trono construido especialmente para la ocasión, llamado «Takamikura«, y protegido con cortinas y un dosel de 6,5 metros de altura. Desde allí, Naruhito proclamó su ascensión al trono. Acto seguido, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, lo felicitó, levantando los brazos al cielo para gritar tres veces: «¡banzai!» (literalmente «10.000 años«, en otras palabras «¡larga vida al emperador!»).

Los invitados extranjeros contemplaron esta ceremonia de una media hora de duración a través de pantallas instaladas en estancias contiguas a la sala «Matsu no ma«, que por tamaño solo podrá albergar a otros miembros de la familia imperial y representantes de diferentes estamentos de Japón. Entre los invitados extranjeros figuran jefes de Estado como el presidente brasileño Jair Bolsonaro y representantes de familias reales como los reyes de España, Felipe VI y Leticia, y el príncipe Carlos de Inglaterra.

Hagibis suspende desfile de pareja imperial

Si bien, las otras celebraciones se mantienen, el desfile de la pareja imperial en una caravana de vehículos, por las calles de Tokio, tuvo que ser postergado debido a las consecuencias del tifón Hagibis, que ya dejó más de 80 muertos y cuantiosas pérdidas en el país.

Dicho desfile se ha aplazado hasta el 10 de noviembre, oportunidad que tendrá el público en general para ver y saludar a los emperadores. En 1990, más de cien mil japoneses asistieron al desfile para celebrar la entronización del emperador Akihito.

La entronización del nuevo emperador también será una oportunidad para que el gobierno anuncie una amnistía a más de medio millón de ciudadanos que han sido multados por violaciones del código de tráfico u otros delitos menores.

El 1 de mayo se inició la era Reiwa («hermosa armonía»), que acompañará a Naruhito durante todo su reinado.

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies