Tokio

Nuestra experiencia en una clase de soba hecho a mano en Tokio

¿Os gusta la cocina japonesa? ¿Habéis probado de preparar algún plato alguna vez por vuestra cuenta? En Japón and More siempre nos gusta ofreceros cosas nuevas y originales que hacer en vuestros viajes. Hace unos días tuvimos la oportunidad de disfrutar de una clase de soba hecho a mano en Tokio y hoy nos gustaría explicaros nuestra experiencia.

Una vez decidimos realizar esta actividad, enseguida se pusieron en contacto con nosotros por corre electrónico con los detalles de la actividad. Estas clases se suelen hacer en Asakusa, pero esta vez no pudo ser. El instructor de Asakusa estaba de baja por motivos médicos. Nos preguntaron si nos parecía bien hacerla en Ikebukuro, y respondimos que sí. Así que finalmente confirmamos día y hora. Nuestra amable guía  nos recogió en la estación de tren y nos llevo hasta el lugar de las clases. Por el camino fuimos conversando para ir conociéndonos.

Como suele ser habitual en Japón, lo primero que tuvimos que hacer fue quitarnos los zapatos y ponernos unos zapatos de interior que nos ofrecieron allí. También nos dieron agua fría (ese día hacia mucha calor) mientras nos sentábamos y nos explicaban un poco lo que iba a ser la actividad, cuánto iba a durar, etc.

Una vez todo aclarado, ¡era el momento de comenzar con la clase!

Si queréis disfrutar vosotros también de esta actividad, podéis reservar aquí a  través de nuestro proveedor de confianza. Además, reservando a través de nosotros nos ayudas a seguir creciendo 🙂

Explicación y demostración previa

Nuestro instructor era un chico bastante joven y simpático, pero que únicamente hablaba japonés. Primero el realizo una demostración de cómo se hacia el soba a mano, desde tener únicamente harina y agua hasta finalmente cortar el soba. Mientras iba realizando esta demostración iba explicando cada uno de los pasos y como debía de hacerse, y Rui (así es cómo se llamaba nuestra guía) nos iba traduciendo al inglés la explicación. No vamos a explicar todos los detalles, porque queremos que podáis disfrutarlo y experimentarlo por vosotros mismos, pero si que haremos una breve descripción.

Primer paso: Hacer la masa

Primero hay que remover la harina, y poco a poco ir echando agua e ir removiendo (se tiene que remover de una manera determinada por un motivo determinado, no sirve hacerlo de cualquier manera). Tenemos que conseguir que toda la harina vaya teniendo la misma cantidad de agua y el mismo tamaño, y poco a poco ir formando una masa compacta, a la que le daremos forma triangular para finalmente aplastarla y tener una masa circular, como una pizza pequeña pero muy gruesa.

Segundo paso: Darle forma a la masa

Una vez tengamos nuestra masa hecha, hay que ir hasta las mesas, llenarlas de harina para que no se pegue y empezar a darle forma. Básicamente, se trata de hacer que la masa se más fina y tenga forma rectangular. Pero nuevamente, hay una manera muy determinada de hacer esto, no es simplemente pasar un rodillo gigante y ya. Tienes que ir con paciencia y aplicando cada vez en un sitio, siguiendo un orden como las agujas de un reloj, hasta que finalmente obtienes una forma rectangular y lo suficientemente fina.

Tercer paso: Cortar los fideos

Una vez has obtenido la masa, hay que ir doblando hasta obtener una forma rectangular. La idea es que quede como con varias capas, parecido a una milecrepe. Y una vez hemos hecho este proceso, viene el paso más importante y peligroso: cortar los fideos. Te ayudas con una tabla de madera encima para tener un referente, y con un cuchillo bastante grande vas cortando. Hay que estar pendiente de hacer un corte fino pero a la vez que no cortes demasiado poco. Debo admitir que cuando nos tocó cortar, temí por mis dedos y pensé que íbamos a acabar en el hospital. Pero al final todo salió bien…mas o menos (ya averiguareis porque en los siguientes pasos).

Cuarto paso: Hacer el proceso nosotras mismas

Una vez el profesor hubo terminado, tocaba la parte difícil: hacer nosotros ese mismo proceso. Os advertimos que aunque cuando lo hace el instructor parece fácil, en realidad no es tan fácil cuando es uno mismo el que debe hacerlo. Por suerte, nuestro amable profesor estaba siempre con nosotras, armado de paciencia explicando los pasos y ayudándonos cuando veía que no conseguíamos hacerlo de la manera correcta.

Quinto y último paso: ¡Comer!

Y después del duro esfuerzo, viene por fin la recompensa. ¡Comerse el soba! Antes de finalizar la clase, el último paso es poner el soba que has preparado en cajas de plástico.  Así te lo puedas llevar a casa y compartirlo con familia y amigos. La lastima es que tienes que comerlo antes de dos días, o se pone malo. ¡Y hay mucho soba para poder acabarlo en dos días! Yo se lo regale a mis compañeros de trabajo. Pero como hemos avanzado, también puedes comerte una parte del soba que habéis preparado allí mismo.  Puedes elegir si prefieres comer el soba que ha hecho el profesor, o el que has hecho tu. En nuestro caso, como un favor especial, nos dejaron probar ambos para que pudiéramos notar la diferencia de sabor entre uno y el otro. ¿Podéis adivinar cuál es el nuestro y cual el del profesor? A ver si encontráis las 7 diferencias.

¡Exacto! El nuestro es el que es como 3 veces mas gordo de lo que debería ser. Nos comentó entre risas que en las zonas de interior es habitual hacerlo así, y se llama «soba de campo».  ¿Qué os ha parecido esta experiencia? A nosotros nos pareció algo muy original y divertido. Disfrutamos mucho con la clase, tanto con nuestra guía como con nuestro profesor. ¡Y el soba estaba buenísimo!

 clase de soba hecho a mano en Tokio

¡Muchas gracias por todo!

ありがとうございました!


Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies