Japón comenzará a cobrar a partir del próximo lunes un impuesto de salida de ¥1,000(9usd) por cada persona que salga del país por avión o barco, independientemente de su nacionalidad.
De acuerdo con la ley pertinente promulgada en abril pasado, el impuesto se cobrará cada vez que una persona abandone el país y se sume a la tarifa aérea, la tarifa de envío y las tarifas de viaje.
El gobierno planea utilizar los ingresos provenientes del impuesto de salida para incrementar y atender a los visitantes extranjeros que visitaran el país durante los próximos años. El gobierno desarrollara bases de turismo y mejorar los procedimientos de inmigración, dijeron los funcionarios.
Las personas que salgan de Japón dentro de las 24 horas de su entrada en tránsito y los niños menores de 2 años estarán exentos del impuesto de salida.
Aquellos con boletos de avión o barco comprados y emitidos antes del lunes 7 de enero de 2019 estarán exentos del impuesto.
Se estima que los ingresos del impuesto alcanzarán los 6,000 millones de yenes en el año fiscal de 2018 hasta marzo de 2019 y los 50 mil millones de dólares en el año fiscal 2019.
Específicamente, los ingresos se utilizarán para establecer puertas de reconocimiento facial en los aeropuertos para procedimientos de inmigración más rápidos, al mismo tiempo que se promueve el uso de paneles de información multilingües y se ayuda a introducir más terminales de pago sin efectivo para el transporte público.
El número de visitantes en Japón ha aumentado en los últimos años, superando los 30 millones por primera vez en 2018.
El gobierno ha establecido el objetivo de aumentar el número anual de visitantes extranjeros a 40 millones para 2020, cuando se llevarán a cabo los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio.
Con el impuesto de salida, el gobierno espera obtener recursos financieros estables para medidas que promuevan el turismo, dijeron los funcionarios.
