Hay un nuevo oficial de servicio en la subestación de Onjuku Kaigan en la comisaría de policía de Isumi de la prefectura de Chiba con la que sus colegas cuentan para «ayudar a prevenir crímenes«.
El gato era callejero y ahora está trabajando como «oficial de promoción«, y ya se está ganando su sustento.
Su presencia está brindando más oportunidades para que los oficiales humanos brinden consejos al público para evitar ser víctimas de fraude y otros delitos.
Mientras está en «deber«, el felino llamado Momota usa un sombrero de policía y vigila un escritorio donde tiene la costumbre de acurrucarse.
Cuando los ciudadanos visitan la comisaria, Momota les da una cálida bienvenida.
A primera hora de una tarde del mes de noviembre, el gato, que se estima tiene 2 años, saltó de un escritorio y corrió hacia un visitante que venía a la subestación para conocerlo.
Cuando el visitante extendió su mano hacia Momota, el gato cerró los ojos, ronroneó y se frotó contra la persona.
Solo una persona solía visitar la subestación al día, hoy en día reciben una mayor cantidad después de que Momota se hiciera famoso en el barrio.
La mayoría de los visitantes de la subestación son ancianos.

Los residentes mayores de 65 años representan el 49,4 por ciento de la población de Onjuku. La tasa es la más alta entre todos los municipios de la prefectura de Chiba.
Como muchas personas mayores viven solas, hay una necesidad urgente de tomar medidas para prevenir el fraude en transferencias bancarias dirigidas a dichas personas. El número de tales casos de fraude está aumentando rápidamente.
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«Todos los días veo a Momota«, menciono Eriko Murakami, de 66 años, que vive frente a la subestación de la policía, con una expresión feliz. «Siempre se comporta bien cuando está trabajando«.
Momota es mantenida por Hiroaki Kobayashi, un sargento de 30 años, y su esposa, Kotoe, también de 30 años. Kobayashi considera a Momota parte de su familia.
Momota al principio desconfiaba mucho de las personas, se escondía siempre detrás de un sofá, un día de la nada se sentó en el regazo de Kobayashi y perdió el miedo a las personas cuenta uno de los oficiales de policía de la subestación de Onjuku Kaigan.
Kobayashi distribuye folletos a los visitantes que visitan la estación, los folletos muestran cómo los estafadores engañan a las víctimas, también les da marcos fluorescentes para que los usen para prevenir accidentes de tráfico.
«Los ciudadanos se sienten más cerca de la policía gracias a la presencia Momota«, dijo. «Estaré feliz si su presencia da como resultado un número menor de casos de fraude y accidentes de tráfico«.
Momota es uno de los cinco gatos callejeros encontrados hace dos años por los oficiales de la estación Isumi.
Cuando encontraron a Momota tenía 1 mes de edad y pesaba solo 650 gramos, era tan pequeño que cambia en la mano.
Kobayashi y Kotoe lo nombraron Momota porque querían que se “volviera carnoso, fuerte y resistente como un ‘momo’ (melocotón)”.
Como Momota ha estado comiendo todos los días galletas de atún, su comida favorita, ha aumentado a 6.3 kilogramos. «Ahora es difícil sostenerlo en mis brazos«, dijo Kobayashi, sonriendo.
Los gatos son muy queridos en Japón y esta no es la primera vez que un felino se hace famoso por trabajar con humanos. Hace un par de años una gata se hizo famosa en Japón por convertirse en la jefa de una estación de tren en la prefectura de Wakayama.