Una repentina caída en las temperaturas afecto el martes a los evacuados que permanecen en refugios temporales después de del terremoto en Hokkaido que causó grandes derrumbes y perdidas humanas la semana pasada.
Con el mercurio cayendo a 5.4C la madrugada del martes en la ciudad más afectada de Atsuma, se teme que el clima frío ponga en riesgo la salud de los residentes locales, alrededor de 2.000 personas aún permanecen en albergues y alrededor de 6.000 hogares no tienen suministro de agua.
Cuando el terremoto de magnitud 6,7 sacudió la región en la isla principal más septentrional de Japón en las primeras horas del jueves pasado, la temperatura era de casi 20 grados.
En un centro de evacuación cerca del ayuntamiento de Atsuma el martes, los evacuados sufrieron mucho por el frió. Muchos de ellos no pudieron dormir y algunos están enfermando.
«Anoche me puse un forro polar y tomé prestada una manta, hacía tanto frío que no podía dormir«, dijo Naomi Konaya, una mujer de 43 años que se aloja en el refugio con su familia.
«Mi sobrina tuvo fiebre y está enferma en la cama, probablemente debido al cambio repentino de temperatura«, dijo.
En la instalación, los residentes habían dormido sobre mantas colocadas directamente en el suelo frío hasta el lunes cuando trajeron camas hechas de cartón.
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El terremoto mató a 44 personas e hirió a 683 en todo Hokkaido, las muertes se concentraron en Atsuma, donde varias casas fueron destruidas por deslizamientos de tierra.
De las 36 personas que murieron en Atsuma, alrededor del 80 por ciento se asfixió, mientras que el otro 20 por ciento murieron por lesiones o traumatismos, según las autoridades. La mayoría de las víctimas eran personas mayores que se cree que fueron enterradas vivas después de ser devoradas por deslizamientos de lodo a primera hora de la mañana.
Una mujer de unos 60 años que estaba en el segundo piso de su casa cuando ocurrió un deslizamiento de tierra menciono: «El primer piso se rompió justo después del terremoto y el segundo piso se abrió unos 30 metros. No pude salvar a mi madre. -ella estaba durmiendo abajo «.
Con algunas escuelas aún cerrados y los gobiernos municipales ocupados respondiendo a las necesidades urgentes en las instalaciones de evacuación, los expertos advirtieron sobre la falta de apoyo psicológico para los niños.
«Los signos anormales aparecerán más adelante. Sería difícil prestar atención a todo, pero quiero que (los adultos) pregunten a los niños si pueden dormir o si tienen suficiente apetito«, dijo el psiquiatra pediátrico Hiroaki Homma.
El ex jefe de una clínica que brinda apoyo a niños afectados por el terremoto y tsunami de 2011 que devastó el noreste de Japón dijo que si las condiciones de salud de los niños no mejoran después de un mes o dos, deberían visitar a un médico, ya que podrían tener un trastorno de estrés postraumático.
