Sus terribles efectos, que a día de hoy aún se sienten, marcaron un antes y un después en el arte de la guerra y en el uso de la energía atómica en los conflictos. Siete décadas más tarde nos seguimos sorprendiendo con datos desconocidos sobre los bombardeos atómicos en Hiroshima y Nagasaki.
1. Antes del bombardeo, los radares japoneses detectaron un pequeño escuadrón de aviones estadounidenses, entre los que volaba el Enola Gay. Sin embargo, decidieron no abatirlo porque al ser pocos aviones no lo consideraron un peligro.
2. Las noticias sobre el bombardeo de Hiroshima no llegaron a Tokio, la capital del país, hasta tres horas después de que la bomba explotara.

3. El superviviente más cercano a la zona 0 en Hiroshima estaba a solo 170 metros cuando impactó el proyectil. El japonés Eizo Nomura fue el sobreviviente del ataque atómico a la ciudad de Hiroshima que se encontraba más cerca de su hipocentro en el momento de la explosión. Estaba a solo 170 metros, asegura la universidad de la ciudad nipona. Y sobrevivió para contarlo. Nomura vivió hasta los 84 años de edad: falleció en 1982, 37 años después de la tragedia.
4. Tras el bombardeo de Hiroshima (6 de agosto) cientos de supervivientes -muchos de ellos heridos- huyeron hacia Nagasaki. El 9 de agosto Estados Unidos arrojó la segunda bomba atómica sobre este lugar. 165 personas sobrevivieron a ambas bombas nucleares.
5. Uno de estos 165 es Tsutomu Yamaguchi, que se refugió en un refugio antiaéreo durante el bombardeo a Hiroshima. Pasó allí la noche y la mañana siguiente subió a un tren en dirección a Nagasaki para ir a trabajar. Cosas de la eficiencia japonesa.

6. Igual de eficientes fueron los participantes del torneo de Go, un juego de mesa tradicional chino, que se celebraba a escasos 5 kilómetros de donde cayó la bomba. El edificio sufrió daños considerables y hubo heridos, pero la misma tarde del bombardeo se acabó una partida que quedó interrumpida por la bomba.
7. Solo 3 de los 12 tripulantes del Enola Gay sabían que su misión era arrojar la bomba sobre Hiroshima. A bordo había 12 pastillas de cianuro, píldoras del suicidio que los pilotos debían ingerir si se descubría la misión.
8. Ni el bombardeo de Hiroshima ni el de Nagasaki fueron las mayores masacres de la II Guerra Mundial. Fue el Bombardeo de Tokio, obra también de los Estados Unidos.

9. Aproximadamente uno de cada cuatro muertos por las explosiones atómicas eran reclutas coreanos.

10. La segunda bomba debía haber caído sobre Kioto y no en Nagasaki. La casualidad quiso que el Secretario de Guerra estadounidense, Henry L. Stimson, pasara en Kioto su luna de miel y se enamorase de la ciudad, así que modificó el plan inicial y acabó bombardeando Nagasaki.

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11.Charles Sweeney, el piloto del B29 que bombardeó Nagasaki, desoyó las órdenes de sus superiores durante el bombardeo, a pesar del defectuoso funcionamiento de la aeronave, y el avión aterrizó en la base de Okinawa prácticamente si combustible. Debía haber abortado la misión, pero la continuaron hasta lanzar la bomba. De hecho, estuvo a punto de estrellarse durante la maniobra de aterrizaje –un motor dejó de funcionar-, pero la pericia del piloto lo evitó. Nunca se investigó su actuación ni recibió castigo.

12. Los Ginkgo biloba son una especie de árboles que vive desde hace 270 millones de años. Es una de las especies más fuertes, resistentes a plagas o enfermedades; y fueron una de las pocas especies vivas en sobrevivir a los ataques. De hecho, los árboles han llegado a nuestros días.

13. La Llama de la Paz de Hiroshima, esta llama se encendió el 1 de agosto de 1964 y no ha dejado de arder desde entonces. Es otro homenaje más a las víctimas de Little Boy, la bomba atómica que detonó sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y tiene, además, otro significado: permanecerá encendida hasta que todas las bombas nucleares de nuestro planeta hayan sido destruidas y estemos libres de la amenazas nucleares.
14. La adelfa (Nerium oleander) es la flor oficial de la ciudad de Hiroshima porque fue lo primero que floreció de nuevo después de la explosión de la bomba atómica en 1945.
15. «Sombras de Hiroshima»: La temperatura, que alcanzó el millón de grados centígrados, hizo que algunos cuerpos y objetos que recibieron la explosión dejaran una sombra en el suelo. En las paredes. En los árboles. Aquello se conoció como el «efecto sombra» o «sombra radioactiva».
Para terminar te comparto uno de mis vídeos subidos a Youtube hace casi un año mostrando como esta hoy en día la ciudad de Hiroshima.
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