Las instalaciones ilegales de alojamientos privados han disminuido, mientras que el precio de los alquileres legales han aumentado debido a la escasez de habitaciones disponibles después de que la Ley de Negocios de Alojamiento Privado entrara en vigencia el pasado 15 de junio.
La ley establece reglas para ofrecer alojamientos privados –también conocidos como «minpaku» en japonés– en los que los visitantes pagan para alojarse en casas particulares, lo que exige que los operadores se registren en los municipios pertinentes.
Desde el 6 de julio, el número de operadores de «minpaku» registrados se situó en 5.397, una caída respecto a los 60.000 operadores que se publicaron en sitios webs de intermediarios en la primavera de este año.
Hace unos días, unos turistas extranjeros cargados con maletas dejaron un alojamiento «minpaku» operado por una compañía afiliada a Tobu Railway Co., que queda cerca de Tokyo Skytree. Los huéspedes, un británico de 23 años y una china de 25 años, afirmaron que habían elegido la instalación porque la ubicación les era muy conveniente.
La habitación estaba limpia y era cómoda pero un poco cara. Pagaron alrededor de USD 267 por noche.
Después de que la ley entrara en vigor, muchos operadores ilegales de «minpaku» se retiraron del mercado, disminuyendo el número de propiedades disponibles. Sin embargo, la demanda de tales alojamientos se mantuvo fuerte entre los visitantes extranjeros.
La disminución en el suministro de alojamientos «minpaku» ha provocado el aumento de las tarifas de habitaciones en un 50 por ciento en Tokio, según cuenta Kurumi Ishii, una especialista legal en procedimientos administrativos certificado que ha escrito un libro sobre alojamientos privados.
En un caso, un alojamiento que costaba USD 177 por noche antes de la promulgación de la ley, ahora se elevaba hasta los USD 265.
Muchos operadores que se habían registrado previamente en sitios webs que hacían de intermediarios de «minpaku» se han retirado del negocio debido al incremento de precios. Según la nueva ley, los operadores solo pueden alquilar alojamientos por un máximo de 180 días al año, lo que dificulta obtener ganancias. La ley también exige que los operadores mantengan un registro de huéspedes.
Algunos gobiernos municipales imponen reglas más duras. Por ejemplo, se insta a los operadores de Kioto a que consulten con las autoridades de la ciudad antes de registrarse, un requisito no estipulado en la nueva ley o una ordenanza de la ciudad. Mientras tanto, los sitios web que actúan de intermediarios han tomado medidas para excluir a los operadores no registrados.
Ante este escenario, algunos operadores han comenzado a cambiar a otras empresas.
Desde que la ley entrara en vigor, Residence Tokio, una firma de bienes raíces con sede en Tokio que desarrolla y opera condominios para alquileres a corto plazo, ha recibido alrededor de 200 consultas de personas que se cree que han operado negocios «minpaku» ilegales antes de la promulgación. Algunos pidieron ayuda diciendo que ahora no tenían clientes.
Algunos operadores planean arrendar las propiedades que anteriormente se ofrecían como alquileres «minpaku» como alquileres de apartamentos regulares.
Y, sin embargo, algunos operadores aún continúan operando ilegalmente.
El operador principal de este tipo de alojamientos privado es Airbnb y la plataforma requiere que los operadores agreguen los números de registro provistos por los gobiernos locales para publicar propiedades en el sitio web. Aún así, la compañía ha encontrado ciertos operadores que usan números falsos.
«Lleva algo de tiempo confirmar si los operadores han completado los procedimientos adecuados, lo que dificulta eliminar por completo a los operadores ilegales«, comentó un miembro del personal de Airbnb a cargo del asunto.