Los dulces japoneses. Son un festival de colores, formas, fantasía y sabores que complacen ya solo con verlos al estimular nuestros sentidos. Resulta delicioso y encantador, tanto, que casi nos dan ganas de ir llenando nuestra hucha para regalarnos un viaje a japón un país siempre tan fascinante y original.
Te dejamos 4 tipos de dulces japoneses:
Los wagashi
Colores sutiles, suaves, esponjosos… Estamos ante un tipo de dulce muy tradicional que suele servirse para acompañar el té. El modo de elaborarlo sigue esa linea tan habitual en la comida japonesa, por una parte está el mochi (pastel de arroz glutinoso), el anko (pasta endulzada de judías azuki) y la fruta.
Siempre se suelen hacer de modo muy delicado: mano y buscando formas especiales y atractivas.
El Anpan
A simple vista te puede parecer el clásico bollo relleno de chocolate que podemos encontrar en muchas de nuestras tiendas favoritas de dulces o reposterías; pero en realidad, no lo es. Si eres seguidor del animé o el manga sabrás que el anpan es el dulce favorito de muchos niños.
Elaborado por primera vez en 1875, este bollo dulce japonés está relleno con anko, un tipo de pasta de judía llamada azuki. El sabor es espectacular, no dejarías nunca de repetir.
El daifuku
El dulce de la suerte o el daifukumochi, es una sutil combinación de los dos dulces descritos anteriormente: es un mochi con un relleno dulce de judías azuki. Los más comunes son de color blanco o rosa, se recubren con almidón o maíz y en el interior podemos incluir alguna fruta también, como por ejemplo, fresas.
¿Cuántos daifukus te comerías ahora mismo?
El dango
De apariencia sencilla, pero en realidad, el dango se elabora con varios ingredientes, alguno de ellos tan originales que nunca se nos habría ocurrido a nosotros mismos preparar un dulce con por ejemplo…¡Té verde!
El dango se prepara con azúcar, té verde y arroz dulce, es la base esencial, para luego, prensarlas a modo de bolas para hacer divertidas brochetas e introducir además algún colorante. Más tarde, se tuestan y se les añade una salsa dulce que le ofrece un sabor muy original e irresistible. Se puede tomar caliente o helado. Toda una experiencia de los sentidos que vale la pena probar.
Como ves, los dulces japoneses son una auténtica artesanía de los sabores y los colores que nos admiran. Aunque como bien sabemos, también nuestros propios países cuentan con esos pasteles, bollos y dulces que nada tienen que envidiar a la cocina nipona.
Así que ahora dinos…
¿Cuál es el dulce que más te gusta de tu tierra? No olvides dejarnos tus comentarios.